“Hay muchas razones por las que se realizan rediseños de sitios web. Es posible que el diseño sea anticuado, que no tenga la optimización para móviles más reciente, que no cuente con características de un diseño web adaptable y que le falten varias características esenciales; como un blog, páginas de destino con ofertas de generación de oportunidades de venta, una integración con tu CRM o software de automatización de marketing. Además, posiblemente tu contenido ya no refleje los cambios de tus servicios.”

Así lo expresa Lee Frederiksen, titular de Hinge Marketing, especialista en comercio digital y autor del artículo “Gastamos más de la cuenta en nuestro sitio web y tu también deberías de hacer lo mismo”, de donde extraemos estas recomendaciones que compartimos.

 

La tecnología más novedosa también podría ayudarte a mantener a tu sitio web funcionando correctamente y hacer que su apariencia siga siendo fresca con facilidad. Lo más importante es que siempre hay oportunidades para mejorar la experiencia de usuario que ofreces en tu sitio web.

Pero la verdadera razón para rediseñar tu sitio web es el ROI (Return Of Investment o retorno de inversión).

El sitio web de una empresa, incluso uno de servicios profesionales, puede atraer una cantidad importante de negocios nuevos. En nuestro caso, más del 80% de nuestros negocios nuevos proviene de nuestro sitio web.

Si consideras a tu sitio web como una inversión en este contexto, es fácil ver el error en nuestra pregunta anterior: “¿Cuánto deberíamos gastar?”. La pregunta que en realidad deberías hacerte es: “¿Cuánto podemos gastar de forma productiva?”.

¿A qué nos referimos con “de forma productiva”? Bueno, si ganas $10 por cada $1 que inviertes, querrás invertir tanto como puedas. Lo que debes averiguar es cuándo es que la inversión gradual ya no genera un retorno positivo. Necesitas ser audaz, pero planear todo con cuidado.

 

Evita dejar una mala impresión

 

Se necesita valor para invertir una fuerte cantidad de dinero en tu sitio web, así que no sorprende que a la mayoría de las empresas B2B les atraiga la estrategia aparentemente más conservadora: reducir el riesgo al gastar menos.

Excelente, ahorraste unos cuantos miles de dólares, ¿pero qué perdiste? De acuerdo con el estudio reciente de Hinge sobre el Marketing de referencias (en inglés), más del 50% de las personas que se refiere a una firma de servicios B2B descartará a ese proveedor si su sitio web transmite un mal concepto. Los sitios web baratos casi siempre transmiten una mala impresión.

¿Cuántos clientes nuevos necesitas perder antes de que esos ahorros comiencen a sentirse como una deuda?

 

Planea el presupuesto que usarás

 

La mayoría de las firmas solo tienen una idea imprecisa sobre lo que un sitio web debería costar. Por ejemplo, solo suele pensar en los gastos directos y pasa por alto el valor de la investigación y del desarrollo del mensaje. ¿Cómo puedes encontrar el balance adecuado?

El mejor lugar para empezar es calcular el coste mínimo en una situación hipotética. En otras palabras, calcula el mínimo que gastarías y empieza a trabajar con eso. Fácilmente puedes gastar de 3 a 5 veces más el total de esa cantidad antes de que corras el riesgo de invertir demasiado. En nuestro caso, gastamos 10 veces más de esa cantidad mínima y, si lo analizamos, no desperdiciamos ni un solo centavo.

Como con cualquier otro servicio profesional, obtendrás mejores resultados con una firma que sepa lo que está haciendo. Eso significa que debes ponerte en contacto con una empresa que tenga experiencia en hacer que tu diseño web, experiencia de usuario, gestión de proyectos, estrategia online, SEO, redes sociales y seguimiento de oportunidades de venta conviertan a tu inversión en oportunidades de venta de alta calidad y ganancias nuevas. Este es el tipo de experiencia que podría costar un poco más, pero verás que invertir en un nuevo sitio web sofisticado puede producir ganancias reales y hacer que todo tenga sentido.

 

Fuentes: Lee Frederiksen | @HingeMarketing / blog.hubspot.es / img: 29450/pixabay.com